JUGUETES MÁGICOS QUE TEJEN HISTORIAS, DESPIERTAN DERECHOS Y ENCANTO CENTENARIO
JUGUETES MÁGICOS QUE TEJEN HISTORIAS, DESPIERTAN DERECHOS Y ENCANTO CENTENARIO

Por. Gabriela Avila
En el corazón de México, entre colinas escénicas y calles de empedrados de piedras semipreciosas, yace un tesoro oculto que ha cautivado a viajeros y artistas por generaciones. San Miguel de Allende, designado como Pueblo Mágico, no solo es un destino turístico, sino un verdadero refugio de magia que se revela en cada rincón de sus encantadoras calles. Con una rica historia, una vibrante escena artística y un tejido social que refleja la autenticidad mexicana, San Miguel de Allende es la ciudad pequeña más bonita del mundo, según el prestigioso reconocimiento de los Readers Records Awards.
En este artículo, nos sumergimos en la esencia única de este pueblo, explorando la magia que emana de su gente, sus artesanías y sus artes, descubriendo por qué San Miguel de Allende se ha convertido en un tesoro inigualable en el panorama mundial. En este viaje a través del tiempo y la tradición, hablaremos de los Juguetes Mágicos de San Miguel que se presentan como un testimonio vibrante de la rica herencia cultural de los mazahuas y como sus muñecos perfeccionados durante la época de la conquista tienen un significado trascendental; estos juguetes no son simplemente objetos de entretenimiento, sino auténticas obras de arte que narran historias de resistencia cultural y creatividad inigualable.
La esencia mágica inherente a estos Juguetes Mágicos ha entretejido una narrativa que trasciende lo tangible, logrando conectar el pasado de manera palpable con el presente. En la antigua Mesoamérica, una práctica sepulcral revela el vínculo especial entre los niños y sus juguetes: eran enterrados junto a ellos. La creencia arraigada sostenía que estos juguetes desempeñarán un papel protector para el alma, resguardándose de malos espíritus y energías durante su travesía hacia el más allá.
Los descubrimientos arqueológicos, como las pequeñas figurillas de animales rodantes halladas en Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Michoacán y el Valle de México, ofrecen evidencia concreta de que Mesoamérica compartía avanzadas prácticas similares a las de los pueblos precolombinos europeos. Estos juguetes, a menudo considerados mágicos, revelan una conexión intrínseca entre culturas separadas por vastas distancias geográficas y temporales.
Dentro de este contexto, los muñequitos mágicos, tales como las Quitapenas, las Marías y las Lupitas, comparten un pasado común que se remonta a las creencias ancestrales de protección y trascendencia espiritual. Más allá de su atractivo estético, estas figuras artesanales encierran en sus formas y colores una continuidad cultural que resuena desde los rituales sepulcrales de antaño hasta las manos de los hábiles artesanos contemporáneos.
En este contexto histórico, es trascendental señalar la transformación en el proceso de fabricación de juguetes, desde la creación en barro rojo hasta el desarrollo de las encantadoras muñequitas, vestidas con listones de colores, faldas de arcoíris y trenzas elegantes, elaboradas por las Mazahuas. Este grupo indígena, cuya migración del sur al centro de México ocurrió durante la conquista española, ha logrado preservar su cultura a través de bailes y tradiciones orales, resultado de la fusión entre chichimecas y toltecas.
Las muñecas Marías surgieron como una opción más asequible en comparación con las importadas muñecas de porcelana de España, destinadas a las niñas indígenas. Más allá de ser juguetes, estas muñecas también desempeñan el papel de guardianes del alma, mientras que las Quitapenas, otras muñequitas, se convierten en confidentes a quienes les compartes tus penas antes de dormir. Después de contarles, les das un beso y las colocas debajo de tu almohada para que se lleven tus preocupaciones. Es crucial destacar que, al igual que la evolución de estas muñecas a lo largo del tiempo, los derechos de los Mazahuas también han experimentado transformaciones, enfrentándose a numerosas injusticias, incluida la explotación por parte de la hija de Diego Rivera.
No obstante, en esta ocasión, nos centramos en unas muñequitas de trapo muy especiales, con historias diversas y discrepancias en sus orígenes. Según una versión, Guadalupe Rivera, hija de Diego Rivera, fue testigo de un acto de abuso de autoridad contra una mujer Mazahua durante un paseo por Toluca. Esta experiencia la llevó a diseñar una muñeca que permitiera a estas mujeres elaborar un producto único en la tranquilidad de sus hogares, reflejando la realidad de la mujer mexicana con la colorida alegría característica de México, manifestada en la ropa y los listones de su cabellera de estambre.
Guadalupe Rivera estableció una fábrica para ayudar a las Mazahuas, donde se implementaron técnicas mejoradas. Sin embargo, con el tiempo, la producción se volvió más industrializada, generando consecuencias para las Mazahuas. La fábrica, en lugar de ser una iniciativa centrada en el bienestar de las mujeres indígenas, se orientó más hacia la venta y no fue justa con las mujeres trabajadoras. A pesar de que la fábrica cerró, las muñequitas continúan vendiéndose tradicionalmente en las calles de San Miguel, donde la autenticidad y la conexión cultural perduran, recordándonos la importancia de preservar las raíces y la esencia misma de estas creaciones únicas.
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Estás muñequitas tienen una historia que va más allá de lo increíble; pues por una parte su evolución creció de mano de los derechos de los Mazahuas, estas encantadoras muñequitas, con sus listones de colores, faldas de arcoíris y trenzas elegantes, han trascendido su estatus de juguetes para convertirse en símbolos de empoderamiento y derechos para las comunidades indígenas.
Así, las Marías no solo son portadoras de magia en el sentido tradicional, sino que también simbolizan un tipo de magia que ha impulsado la creación de derechos y reconocimiento para las comunidades indígenas. Estos Juguetes Mágicos, con sus detalles en bordado y sin pegamento, se convierten en testimonios vivos de una conexión profunda con la tierra y la cultura, trascendiendo las barreras del tiempo y quien sabe, puede que traigan magia y bendiciones consigo también. .
En este contexto, la magia de las Marías se manifiesta no solo en la estética de sus vestimentas y la destreza de sus creadores, sino también en el cambio social que representan. Cada María, con sus colores vibrantes y su encanto único, contribuye a tejer una historia que va más allá de lo visual, alcanzando la esencia misma de la tradición y la identidad cultural; así que en tu próxima visita al centro de san miguel de allende no olvides tu Maria.
¡Agradezco que hayas leído esta historia que he tenido el placer de compartir contigo! Espero que te haya encantado.
Atentamente,
Tu agente inmobiliaria,
Gabriela Ávila.